lunes, 20 de agosto de 2012

El impresionante Vilcabamba – Amboró: 30 millones de hectáreas de áreas naturales protegidas




Por allí, donde se eleva el nevado Salcantay en la cordillera cusqueña de Vilcabamba, empieza uno de los más grandes corredores de conservación de biodiversidad existentes en el mundo, que incluso sale del país, cruzando el Parque Nacional Madidi hasta el Parque Nacional Amboró, en el centro de Bolivia. El inicio y el final le dan el nombre de Corredor de Conservación Vilcabamba – Amboró, y juntan 30 millones de hectáreas (equivalentes al 23% del territorio del Perú) en las que existen 19 áreas naturales protegidas que contribuyen a la supervivencia de miles de especies y a la protección de bosques, así como de las etnias que allí habitan.

En el lado peruano, el Parque Nacional del Manu, con sus 1.7 millones de hectáreas, casi el doble del tamaño de Puerto Rico, es el área protegida más grande y en él habitan más de mil especies de aves. Ha sido declarado como Reserva de Biósfera por la Unesco, y se distingue de los demás de la zona por su variedad de pisos ecológicos, que van desde los 4 mil metros sobre el nivel del mar (10% del territorio) hasta los 350 (90% del territorio).

Más al sur, el Parque Nacional Bahuaja Sonene también supera el millón de hectáreas y es uno de los últimos bosques inhabitados del planeta. Es aquí donde está el Candamo, de tan difícil acceso por sus ríos complicados, que parecen ser una defensa natural a la amenaza humana.

Al norte de Bahuaja Sonene está Tambopata, un lugar privilegiado de Vilcabamba - Amboró por su fácil acceso desde la ciudad de Puerto Maldonado. Esta reserva nacional protege en sus casi 280 mil hectáreas especies consideradas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, como el lobo de río, el armadillo gigante, el águila harpía y el guacamayo. Aquí habita la mayor cantidad de especies de mariposa del planeta: 1200. Además, en Tambopata existe una de las mayores iniciativas de gente local por conservar el medio ambiente.

El corredor no solo protege la naturaleza, sino el hogar milenario de muchas etnias. Existen más de 35 grupos étnicos, albergando el sector peruano a más de 7 familias lingüísticas, como el Arawak, Aymará, Quechua, Pano, Harakmbut, Takana, entre otras. Por si fuera poco, en Vilcabamba – Amboró también se encuentran restos arqueológicos conocidos por el mundo entero. Estamos hablando de la ciudadela inca de Machu Picchu. Aquí, incluso, se encuentra más de 400 especies de orquídea. Con este santuario, son dos las maravillas mundiales que protege este corredor de conservación, teniendo en cuenta el reciente nombramiento de la Amazonía como tal.

Sin embargo, la presencia del estado, tanto en Perú como en Bolivia, aún es muy débil. Existen amenazas como la minería informal que no sólo no contribuyen en impuestos y afectan la economía del país, sino destruyen un frágil ecosistema y crean una calidad de vida infrahumana para mucha gente de bajos recursos.

Por ello, se espera que, con el tiempo, haya una mayor iniciativa, tanto estatal como privada, por conservar el medio ambiente, para que de esa manera el uso de los recursos naturales se lleve a cabo de manera sostenible y menos extractiva. Solo así es posible garantizar la protección de la incalculable biodiversidad que comparten Perú y Bolivia en el Corredor de Conservación Vilcabamba - Amboró, que muy bien podría ser utilizada para un desarrollo sostenible, si hay planificación, transparencia del estado y buen manejo de por medio. 

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