En Tambopata se conoce como
“cochas” a los lagos que son formados por el cambio de curso de los ríos.
Suelen tener forma de media luna, por lo que en inglés se los conoce como
“oxbow lakes”. En ellos, la vida es incalculable. Albergan especies en peligro
de extinción que ya se encuentran poco en los ríos, como el lobo de río o
nutria gigante y el caimán negro. A lo largo del río Tambopata están las
trochas que llevan hacia los principales lagos de la zona. En Infierno está el
lago Cocococha, un lago de gran valor ancestral para la cultura Ese’eja,
dominante de la zona. Se puede llegar caminando desde lugares como Ñape y
Mahosewe, donde, probablemente, algún miembro de la familia Mishaja llevará al
viajero con mucho gusto. También está el lago Tres Chimbadas, probablemente el
mejor lugar para observar lobos de río en su hábitat natural. Hay que llegar al
amanecer para poder verlos cazando cerca de las orillas. Río arriba, en el
sector de Sachavacayoc está el lago del mismo nombre. En cuanto a paisaje,
probablemente el más espectacular de todos en la zona del Tambopata. Caminar
hacia allá con Javier Huinga, ex guarda parques de la Reserva Nacional
Tambopata, es toda una aventura. El lago más alejado de todos es el Condenado.
En realidad se trata de varios lagos, aproximadamente 4, que están unidos por
pequeños caños.
En los lagos llama la atención
esa calma que se pierde en la inmensidad del agua, en los árboles enormes de
las orillas, en el silencio. Los que no tardan en aparecer son los shanshos,
aves grandes y coloridas muy ruidosas. Probablemente pasen guacamayos volando,
siempre en parejas. Incluso, a veces se puede ver especies de mono en los
árboles. Todo se trata de paciencia. Lo mejor es ir a disfrutar esa calma, ya
que cuando uno no espera más, es premiado con sorpresas por la selva.
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