Casi todos los amaneceres de Tambopata son escenario de
uno de los espectáculos naturales más coloridos y asombrosos del reino animal. Se
trata de un festín en el que aves de sorprendente color se alimentan de la
arcilla de ciertos acantilados que se forman en las orillas del río. De las 17
especies de loros y pericos, una de las más comunes es el loro de cabeza gris.
Las aves más pequeñas son las primeras en llegar. Primero se posan en árboles
cercanos hasta asegurarse de que no hay depredadores cerca, como el águila
arpía o el halcón de la carretera. Cuando ven que no hay peligro, empiezan a
bajar a la colpa y empieza el espectáculo. Estas aves ingieren la arcilla para
contrarrestar las toxinas de ciertas frutas que forman parte de su dieta,
aunque se dice que también se nutren de los minerales que esta contiene. Como
no tienen dientes, aprovechan las pequeñas piedras del barro para poder moler
ciertas semillas que también forman parte de su menú.
Mientras los loros y pericos se alimentan, los
guacamayos, de mayor tamaño y variedad de colores, se juntan en los árboles.
Están los guacamayos rojo y azul, rojo y verde, azul y amarillo, entre otros.
Son en total 8 especies de guacamayo las que habitan en Tambopata. Una vez que
bajan, espantan a las demás aves, y continúa la segunda parte del espectáculo
natural.
Este es uno de los momentos más preciados para los
birdwatchers, los cuales se levantan muy temprano por la mañana,
aproximadamente a las 5 am, para caminar por trochas hacia el río y ocultarse
en refugios camuflados para poder tomar fotos espectaculares.
Para más información sobre las collpas y la observación
de aves, visita www.tambopataecotours.com
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