jueves, 21 de febrero de 2013

Collpas de loros y guacamayos




Casi todos los amaneceres de Tambopata son escenario de uno de los espectáculos naturales más coloridos y asombrosos del reino animal. Se trata de un festín en el que aves de sorprendente color se alimentan de la arcilla de ciertos acantilados que se forman en las orillas del río. De las 17 especies de loros y pericos, una de las más comunes es el loro de cabeza gris. Las aves más pequeñas son las primeras en llegar. Primero se posan en árboles cercanos hasta asegurarse de que no hay depredadores cerca, como el águila arpía o el halcón de la carretera. Cuando ven que no hay peligro, empiezan a bajar a la colpa y empieza el espectáculo. Estas aves ingieren la arcilla para contrarrestar las toxinas de ciertas frutas que forman parte de su dieta, aunque se dice que también se nutren de los minerales que esta contiene. Como no tienen dientes, aprovechan las pequeñas piedras del barro para poder moler ciertas semillas que también forman parte de su menú.
Mientras los loros y pericos se alimentan, los guacamayos, de mayor tamaño y variedad de colores, se juntan en los árboles. Están los guacamayos rojo y azul, rojo y verde, azul y amarillo, entre otros. Son en total 8 especies de guacamayo las que habitan en Tambopata. Una vez que bajan, espantan a las demás aves, y continúa la segunda parte del espectáculo natural.
Este es uno de los momentos más preciados para los birdwatchers, los cuales se levantan muy temprano por la mañana, aproximadamente a las 5 am, para caminar por trochas hacia el río y ocultarse en refugios camuflados para poder tomar fotos espectaculares.

Para más información sobre las collpas y la observación de aves, visita www.tambopataecotours.com

Caminatas en la selva




Donde un viajero ve una variedad de tonalidades de verde, un nativo encuentra un mundo muy diverso. La selva de Tambopata es uno de los ecosistemas más ricos en diversidad de especies en el mundo y, por ello, es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Muchos visitantes, estudiantes e investigadores recorren la selva en búsqueda de la innumerable variedad de especies de flora y fauna. Recorrer las trochas en los bosques con un nativo significa ver la selva a través de sus ojos, y poder encontrar lo que un grupo de viajeros solos jamás podría encontrar.

Lo primero que salta a la vista a lo largo de las caminatas es la inmensa variedad de especies de flora, desde los más pequeños retoños, hasta los más grandes árboles de la Amazonía como el castaño, los ficus o el shihuahuaco. Algunas especies han formado sorprendentes simbiosis, como por ejemplo, el arbusto de la tangarana y las hormigas, las cuales protegen lo protegen y limpian los alrededores para darle acceso a la luz solar a cambio de un refugio y alimento en sus ramas.

Encontrar vida salvaje depende mucho de la suerte. Los animales están ahí, observando al viajero, mucho antes de que este pueda darse cuenta. Nunca faltarán los insectos. Tal vez haya al lado del camino alguna cueva de tarántula, o un murciélago volando por encima de los caminantes aprovechando la oportunidad y comiéndose los insectos que se espantan con cada paso. Puede ser que alguna especie de mono aparezca en los árboles, o que se perciba el olor de una manada de huanganas a lo lejos. Nada aparecerá con certeza. Lo que sí es seguro, es que la selva puede sorprender hasta en el momento más inesperado.

Para más información sobre esta actividad, visita www.tambopataecotours.com

lunes, 18 de febrero de 2013

Caimaneo en la selva




Saquen sus linternas, un faro potente y salgan en bote al río Tambopata a buscar caimanes en la noche. Cuando hay suerte, aparecerán a lo lejos los ojos brillantes de algún caimán en la orilla del río. El motorista debe acercarse con mucho cuidado para no espantar al animal. Podría tratarse de un caimán blanco (caiman crocodilus), la especie más común de la zona. Es raro que llegue a medir más de dos metros, por lo que se alimenta de animales pequeños como peces y anfibios. También podría tratarse, con más suerte aún, de un caimán negro (melanosuchus niger). Esta especie amenazada y de color oscuro es poco común en el río, y suele encontrarse más en los lagos de la zona. Puede alcanzar los 6 metros de largo, siendo uno de los depredadores más grandes y peligrosos de la selva amazónica.
Mientras más oscura sea la noche, mejor será la caimaneada. Salir en bote al río en medio de la oscuridad es toda una aventura, y buscar a estos reptiles en su hábitat natural es una experiencia que no debe dejarse pasar en un viaje a la selva.

Para más información sobre esta actividad, visita www.tambopataecotours.com

jueves, 14 de febrero de 2013

¿Cómo llegar a Tambopata?




En la actualidad, hay dos vías principales de acceso a la ciudad de Puerto Maldonado, capital de la región amazónica de Madre de Dios, para luego partir hacia los puntos de interés. La primera es por aire, y consta de vuelos diarios de las aerolíneas LAN y Taca. En ambos casos, el vuelo parte de Lima, capital de Perú, hace escala en la ciudad de Cusco en un vuelo de aproximadamente una hora, para luego volar media hora más hacia la ciudad de Puerto Maldonado. Durante el trayecto, se atraviesa la costa, la sierra y la selva, lo cual, si las condiciones climáticas lo permiten, es un espectáculo paisajístico para el pasajero.
La segunda vía de acceso, que es ya un atractivo en sí, es el viaje por tierra, ya sea desde Lima, por la panamericana sur y luego tomando la Carretera Interoceánica desde Nazca, que te lleva hacia el Cusco en aproximadamente un día entero, para luego partir 8 horas más hacia Puerto Maldonado.  En el trayecto desde Lima, se pasa por lugares de gran interés como la Reserva Nacional Paracas, donde el desierto y el mar forman el ecosistema marino más biodiverso del país, las líneas de Nazca, figuras gigantescas hechas por la cultura del mismo nombre, la Reserva Nacional Pampa Galeras, donde es posible observar camélidos andinos en su hábitat natural, y luego se atraviesa la región Apurímac hasta cruzar el Cañón del Apurímac, uno de los más profundos de la tierra, donde se entra a la región del Cusco. Despues, se desciende de la sierra por la Carretera Interoceánica, no sin antes pasar por el punto más alto del camino a 4725 msnm, muy cerca del nevado Ausangate, el más alto del Cusco con sus 6372 msnm y considerado un “Apu” o un dios andino. A continuación se empieza a bajar de las alturas de los Andes, pasando por ecosistemas como el bosque de altura o bosque nuboso, donde los ríos de aguas claras se van haciendo más turbios a medida que se acerca la selva baja de Madre de Dios. Finalmente, se llega a Puerto Maldonado.
La mayoría de los lugares mencionados cuenta con todo tipo de servicios para el viajero. El viaje por tierra es posible hacerlo tanto con un vehículo propio o alquilado como con una empresa de transporte, como Cruz del Sur, Movil Tours, Ormeño, Tepsa, Cial, Civa, etc. Asimismo, para una mayor comodidad, es posible alquilar una minivan privada con chofer, como Sprint Service.
Finalmente, se recomienda, para la ruta, la guía “Aventura 757 km”, hecha especialmente para su recorrido, con información detallada de lugares de interés, servicios, etc.

jueves, 7 de febrero de 2013

La historia del yoga en Kapievi




La intención de volver a la selva siempre estuvo en el interior de Pierina. Ella sentía que tenía la misión de volver a sus raíces para dedicarse a algo distinto, motivada por su espíritu. Y así nació la Ecoaldea Kapievi. Fue entonces que, desde que se fue construyendo la primera maloka (una cabaña circular) en el año 2005, Pierina empezó con las meditaciones y la práctica del yoga. Una portuguesa fue la primera en llegar a dar las clases de yoga, yo todos en la ecoaldea se levantaban temprano por la mañana para hacer sus prácticas de yoga. La hija de Pierina, Katherina, vivía en ese entonces en Lima, aunque de vez en cuando visitaba Kapievi hasta que finalmente decidió quedarse y volverse instructora de power yoga. Pasó el tiempo y llego Alfred, instructor de hatha yoga, enriqueciendo los tipos de yoga que se practicaban en la ecoaldea. Hoy en día, Kapievi es un destino de yoga en Tambopata, y trabaja junto algunos de los operadores turísticos de la región. Quien ahora se encarga de las clases de yoga es Cristóbal, un cusqueño que practica el kundalini yoga, y con él se llevó la práctica del mismo al Bosque Sagrado, en el km 9 del Corredor Tambopata.
Pierina explica que para ellos, hacer dos horas de yoga al día es un diezmo espiritual que ayuda a producir buena energía para armonizar con el medio ambiente. Ella cree que se trata de una forma para todos nosotros de poder conservar el planeta a través de la conexión espiritual con la naturaleza, y tiene como visión dar un legado maravilloso para vivir a las futuras generaciones.

Para más información sobre el yoga en Kapievi, visita www.tambopataecotours.com

miércoles, 6 de febrero de 2013

Hormigas: las tropas de la selva




















Hojas que caminan por la selva, manchas marrones arrasando todo lo que hay a su paso, y solitarias bestias en miniatura que se han ganado el nombre de “dolor”. Impresionantes sociedades de insectos que se dividen en tres clases sociales: obreros, solados y una reina. Son 3 las especies de hormiga que dominan Tambopata.

Caminando por las trochas se puede ver como la hormiga cortahojas (Atta Spp.) se mueve en filas perfectas de individuos cargando trozos enormes de hoja para su tamaño dirigiéndose a sus nidos. En una sola noche podrían arrasar con todo un arbusto, cuyas hojas son depositadas en un nido subterráneo luego de ser masticadas y reducidas. Sobre esta masa crece un hongo que es finalmente el alimento de las hormigas. Estos nidos, que albergan hasta 300000 individuos, pueden llegar a tener más de un metro de profundidad y se dejan ver por la tierra acumulada por las hormigas luego de la excavación.

Uno puede estar en medio de la selva y de pronto se da cuenta de que está completamente rodeado por un ejército de hormigas sitaraco (Eciton Spp.), y de ahí su nombre en inglés: “army ants”. Esta es una especie nómada, se mueve por el bosque y ataca a todo ser vivo que encuentra en su camino para alimentarse. Cada noche, la tropa descansa en un lugar distinto y se mueve al amanecer, cargando sus larvas de un lugar a otro. Los soldados destacan por su aspecto agresivo: una enorme cabeza y mandíbulas violentas.

Paraponera clavata (palabra derivada del griego que significa dolor) es el nombre científico de la isula, la hormiga más temida de la Amazonía. Esta especie, de rasgos y comportamientos primitivos, llega un tamaño descomunal de hasta 4 cm de longitud y vive entre troncos caídos, raíces y plantas que crecen en los árboles. Tiene una de las picaduras más dolorosas del reino animal, casi tan intenso como el de una bala, y por ello en inglés se le conoce como “bullet ant”. El dolor puede durar hasta 24 horas.